La llegada de la inteligencia artificial (IA) presenta una oportunidad sin precedentes para el desarrollo económico de Chile, con proyecciones que indican que la IA generativa podría añadir entre 2,6 y 4,4 billones de dólares a la economía global. Sin embargo, esta transformación trae consigo desafíos que no podemos ignorar. McKinsey advierte que cerca del 40% de los empleos están altamente expuestos a la IA, y la automatización de tareas rutinarias podría desplazar a miles de trabajadores, acentuando desigualdades ya existentes.

 

Es clave para avanzar en una estrategia de desarrollo de Chile que las empresas locales avancen en “sofisticación de su oferta de valor”, ojalá recibiendo y activando un proceso de “infusión tecnológica” (World Development Report 2024) que permita adaptar tecnologías exitosas y nuevos modelos de negocios que se estén utilizando en el resto del planeta para desarrollar mejor nuestras industrias. Para ello es fundamental contar con capital humano con habilidades digitales de nivel superior y Talento Digital apunta a este objetivo, siendo un ejemplo de cómo formar y preparar a nuestra fuerza laboral para que se adapten rápidamente a los nuevos desafíos.

 

Mientras las economías de renta alta prevén una mano de obra envejecida y en declive, las economías de renta baja prevén que al 2043 dispondrán de un 50% más de población laboral activa (The Rise of Global Digital Jobs – Enero 2024). Surge desde los cambios demográficos una ventana de oportunidad para economías emergentes. 

 

La creación de una fuerza laboral digital global próspera, segura e inclusiva requiere acciones por parte de empleadores, países e individuos. Talento Digital, recientemente evaluado con la mejor calificación de impacto por la DIPRES, muestra la eficacia de rutas formativas efectivas que garanticen que los trabajadores cuenten con las habilidades adecuadas para las oportunidades laborales presentes y las que se crearán.

 

Mónica Retamal F.
Directora Ejecutiva Kodea