Son un cuarto de la población planetaria, el 40% de los consumidores (McKinsey), 14% de los chilenos (INE) y en 2025 serán el 27% de la fuerza laboral del mundo (A GEN Z Report, 2023).

Destacada el mes pasado como la generación más rica de la historia por The Economist, los Z, centennilas o zoomers -entre 12 y 27 años- ya cuentan en Chile con una mejor aprobación crediticia que sus antecesores, debido a las menores cargas familiares y bajo endeudamiento (El Mercurio).

Aprenden de videos y tutoriales en un proceso menos cognitivo, con más de ensayo y error. Algunos lo plantean como retroceso, porque por primera vez una generación tiene un coeficiente intelectual inferior al de sus padres (A reversal of the Flynn effect, 2015).

En nuestro país, 46% dice tener problemas de salud mental y quizá por la amenaza de la extinción -tan presente en sus vidas- aspiran a adquirir ‘experiencias’ y abrazar un vida YOLO (“You Only Live Once”). Su “ID indefinido” (sin etiquetas) les da libertad de sentir, por ejemplo, que tienen un sexo distinto del que nacieron. El 79% está satisfecho con sus relaciones familiares y definen a sus padres -quienes abandonaron el modelo paternal autoritario- como sus amigos.

Apuestan por una inclusividad radical para conectar con otras verdades. La virtualidad hace que sus habilidades sociales estén menos desarrolladas y sienten presión por cómo proyectar su imagen en redes sociales. Tienen menos probabilidades de tomar alcohol y tener sexo, sus vínculos son más informales y un 32% asegura que no tendrá hijos.

La Generación Z se siente segura de poder crear el futuro que desea, es pragmática, identitaria, inconformista, contestataria y global. El 71% cree que el dinero SÍ hace la felicidad (Cadem, 2024), lo que explica que opten por carreras mejor pagadas (STEM) o cuestionen endeudarse para costear estudios, si pueden terminar en un trabajo que no requiere título. Muchos prefieren certificarse en oficios relacionados con las habilidades más solicitadas (The Economist, 2024), e incluso en USA han vuelto a trabajos como gasfitería o electricidad en busca de mayor seguridad laboral (Jobber, 2024).

Exigen autenticidad a las marcas, privilegian la relación cara a cara con los vendedores y es TikTok -con sus influencers millonarios- la red que hoy los empuja hacia la compra inmediata.

Priorizan su bienestar, les gusta el trabajo en equipo, las reglas claras y los liderazgos compasivos. Prefieren a un mentor que los ayude a desbloquear su potencial que a un jefe. De hecho sólo el 35% aspira a ser parte de la alta dirección (Visier, 2023), porque evitan el estrés y la presión. Pareciera ser una generación más cautelosa y más dispuesta a institucionalizarse que a emprender o innovar. Se adaptan rápidamente a nuevos escenarios, una capacidad empresarial clave para sobrevivir al nuevo contexto económico que ellos mismo están instalando y en donde ya se vislumbra su impacto en las nuevas formas de consumo y en las relaciones laborales.

Mónica Retamal F.
Directora Ejecutiva Fundación Kodea