El mercado laboral en Chile enfrenta desafíos significativos, especialmente en el contexto de la informalidad y la digitalización. Según datos de mayo, el país cuenta con más de 16 millones de personas en edad de trabajar, de las cuales aproximadamente 10,2 millones forman parte de la fuerza laboral. Sin embargo, la tasa de ocupación revela una disparidad de género alarmante: mientras que el 66,9% de los hombres están empleados, solo el 47,8% de las mujeres logran acceder a un empleo formal (INE, 2024). La informalidad es un fenómeno creciente, particularmente entre los microemprendedores. Un informe del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales destaca que la tasa de ocupación informal entre microemprendedores hombres ha aumentado del 60,3% al 62,3%, y entre las mujeres, del 65,1% al 69,5%. Esta situación se agrava por la falta de formalización. Los microemprendimientos femeninos presentan una serie de particularidades en comparación con los microemprendimientos masculinos, entre los cuales destacan los siguientes puntos (EME6): Formalización: La proporción de microemprendimientos informales, definidos como aquellos sin inicio de actividades en el Servicio de Impuestos Internos, corresponde a 63.2 % para las mujeres y 41.7 % para los hombres. Sector: La participación de las mujeres según rubro se da principalmente en comercio y servicios. Ingresos: El 70.4% de las mujeres obtienen ingresos igual o menor a un salario mínimo ($380.000). Financiación: Un 31.8% de las microempresarias ha solicitado un crédito bancario, frente a un 68% de los hombres. Un 50.2% de las mujeres ha podido obtener un préstamo y un 54.9% ha obtenido financiamiento de un programa de gobierno o instituciones sin fines de lucro. La Encuesta de Microemprendimiento plantea como motivo para no formalizarse están “el emprendimiento es temporal” (58.0%), “creo que no podré optar a beneficios sociales” (54%) o “el negocio es demasiado pequeño o la actividad es poco frecuente” (51%). Según el informe “Capacitación Ruta de la Pyme - Región Metropolitana de Santiago” (2023), entre los emprendedores informales la principal dificultad a la hora de formalizarse es la situación económica familiar (87,79%), seguido del costo de los trámites (86,92%) y el tiempo que demoran los trámites (82,85%). Un 39,24% de los encuestados no ha intentado formalizarse. Los resultados varían en cuanto al nivel educacional, ya que los emprendedores con un menor grado educacional le dan más importancia al costo de los trámites, con un 80,95%, mientras que los de educación universitaria le dan una importancia en menor medida (68,42%). Respecto a las barreras informadas para la formalización de actividades, el Ministerio de Hacienda de Chile documenta que la falta de conectividad y habilidades digitales son un factor importante. Las TIC pueden convertirse en una herramienta fundamental para que los emprendimientos puedan incrementar sus competencias y aumentar su competitividad (Cepal, 2013). Al indagar sobre la utilización de TICs para la promoción y difusión de su negocio, sólo un 23,3% de las microemprendedoras declaran usarlas y las principales razones de su bajo uso son que no creen que es necesario para potenciar su negocio (61.8%) o que no saben cómo utilizar estas herramientas (26.2%). Respecto a la digitalización de los emprendimientos, el estudio Informe Encuesta Emprendedores de la Región Metropolitana (Durney y Bravo 2023) señala que a menor grado de formalización, mayor es el uso de redes sociales. Mientras que a mayor grado de formalización, mayor es el uso de sitios web propio del emprendimiento con carro de compras online. Entre los motivos que desencadenan el uso diferenciado de la tecnología, se sitúan factores de orden cultural y económico que dan cuenta de la existencia de una brecha digital que segmenta los niveles de tenencia, conocimiento y uso que hacen las personas de la tecnología, generando una brecha digital en las dimensiones de acceso, uso y apropiación. Abordar la informalidad y promover la digitalización son pasos cruciales para fortalecer el mercado laboral en Chile, especialmente para las mujeres, quienes enfrentan barreras significativas.

El doble desafío de las mujeres chilenas: informalidad y brecha digital en el mercado laboral

El mercado laboral en Chile enfrenta desafíos significativos, especialmente en el contexto de la informalidad y la digitalización. Según datos de mayo, el país cuenta con más de 16 millones de personas en edad de trabajar, de las cuales aproximadamente 10,2 millones forman parte de la fuerza laboral. Sin embargo, la tasa de ocupación revela una disparidad de género alarmante: mientras

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